Después de que Pasquale nos dijera que debíamos ser realistas y que nada más acabar la carrera no cobraríamos 30.000 euros un compañero de clase y yo decidimos buscar estadísticas (gran error), lo único que sacamos en claro es que si para un hombre es en cierto modo complicado para una mujer lo es un poco más. No voy a hablar del techo de cristal ni de la diferencia salarial entre hombres y mujeres, que al menos es un tema que cada vez parece que se va igualando, porque me parece que ya todos conocemos estas dificultades de la mujer actual, pero ¿y si nos remontamos al pasado?
No vamos a hablar de mujeres silenciadas ni de ningún aspecto negativo que pueda tener la arquitectura del pasado, si no de todo lo contrario, de mujeres que cambiaron la historia.
Signe Ida Katarina Hornborg, primera mujer de la historia en graduarse como arquitecta en Europa (1890) en la Universidad de Helsinki. Rodeada de hombres consigue graduarse gracias a un permiso especial para ello. . Acabó trabajando como diseñadora de fachadas.
En España no es hasta 1936 que una mujer consiga graduarse como arquitecta, Matilde Ucelay, graduada en la Universidad Complutense de Madrid cuando todavía no existían ni los baños de mujeres, acabó trabajando en la Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos de Madrid
Zaha Hadid, fue la primera mujer en ganar Pritzker en 2004 y la arquitecta que me motivó a estudiar esta carrera, su arquitectura es un referente en cuanto a arquitectura deconstructiva. Cuenta con muchas construcciones al rededor del mundo, en España podemos encontrar el Hotel Silken en Madrid o el Pabellón puente en Zaragoza.
Por último, pero no por ello menos importante Anna Heringer arquitecta Alemana, es un referente femenino dentro de la arquitectura sostenible y social. Su trabajo en países en desarrollo fue reconocido el pasado 2007 con el Premio Aga Khan de Arquitectura por el diseño de una escuela construida con materiales locales como el bambú.
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